Los dos SUV deportivos más salvajes del momento se enfrentan una drag race de altura organizada por Hennessey

 

La categoría de los SUV deportivos se ha llenado de representantes con muy buenos argumentos, lo suficiente como para poner contra las cuertas a más de un deportivo tradicional. Sin embargo dentro de la élite de la élite podemos situar a modelos como el salvaje Jeep Grand Cherokee Trackhawk y sus 707 CV que lo convertían en el SUV más potente de la tierra (hasta que su primo el nuevo Dodge Durango SRT Hellcat le ha quitado ese título con sus 720 CV).

También entraría dentro de este club el Lamborghini Urus, un modelo que inauguró la definición de Super SUV y que ha sabido llevar todo el carácter de los deportivos de la marca de Sant'Agata Bolognese a un formato de crossover, presumiendo además de una potencia de 650 CV.

¿Pero cuál es el SUV definitivo?

Para averiguar cual de los dos es realmente el mejor Hennessey ha unido a estas dos bestias en su ya conocida pista de pruebas medirlas en una serie de drag races. Eso sí, aunque ya conocemos la naturaleza del preparador tejano en esta ocasión podemos asegurar que ambos modelos se presentan con su mecánica completamente de serie.

Como ya muchos sabrán el Jeep Grand Cherokee Trackhawk esconde bajo su capó nada más y nada menos que el motor HEMI V8 de 6.2 litros procedente del Dodge Challenger Hellcat con el que este SUV es capaz de ofrecer un total de 707 CV de potencia y 868 Nm de par máximo, eso sí con un peso total de 2.531 kg, aunque le basta para firmar un 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y una velocidad punta de 290 km/h.

Por contra el Lamborghini Urus recurre a un moto V8 de 4.0 litros biturbo capaz de rendir unos 650 CV y 850 Nm de par. Cifras menores que las de el Jeep pero que se compensan en parte con un peso también ligeramente menor de 2.272 kg de peso. Esto le permite registrar una mejor cifra de aceleración en el 0 a 100 con un tiempo de 3,6 segundos y también una velocidad máxima que supera los 300 km/h (305 km/h).

Casi iguales en rendimiento, no tanto en precio

Todo eso se traduce en pista en un sorprendente rendimiento del Lamborghini a pesar de sus cifras a priori peores. Y es que aunque el músculo importa mucho el cuerpo más aerodinámico del Urus le hace ganar ventaja cuando ya se coge algo de velocidad.

Eso sí, a pesar de todo el Jeep consigue mantenerse prácticamente al mismo nivel. Algo muy a tener en cuenta cuando nos fijamos en la verdadera gran diferencia entre uno y otro está, como muchos podrían esperar, en el precio. Mientras que el Trackhawk cuesta 87.647 dólares, (77.274 euros al cambio) el Urus tiene un precio de 252.667 euros.

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